Canción

Las nubes están unidas a la tierra y al viento.
Mientras haya nubes sobre Turín
será bella la vida. Levantan la cabeza
y su gran juego crece allá bajo el sol.

Masas blancas, durísimas y el viento que circula
definitivamente azul, las deshace
y las hace grandes velas impregnadas de luz.

Sobre los techos, millares de nubes blancas
lo cubren todo, la multitud, las piedras, el estruendo.
Muchas veces levantándome he visto las nubes
transparentes en el agua lívida de un pozo.

También los árboles unen el cielo a la tierra.
Las ciudades exterminadas son bosques
donde el cielo aparece alto, alto, entre las calles.
Como los árboles viven junto al torrente del Po,
así viven los grupos de casas junto al sol.

También los árboles sufren y mueren bajo las nubes,
el hombre se desangra y muere, pero canta su alegría
entre la tierra y el cielo, la gran maravilla
de las ciudades y de los bosques. Mañana tendré tiempo
de encerrarme y de apretar los dientes. Ahora toda la vida
son las nubes y las plantas y las calles, perdidas en el cielo.

Un poema de Cesare Pavese sobre un paisaje concreto que le causa placer, un día con nubes sobre Turín.

En autor se entretiene en describir poéticamente la imagen preciosa de las nubes en conjunción con la ciudad y sus elementos.

A lo que une otros elementos en este canto a lo bello, como son los árboles. Una unión de elementos de la naturaleza con otros urbanos cuya visión provoca en el poeta una satisfacción.

Existe el sufrimiento humano -ejemplificado en el mismo yo poético-, pero la contemplación de lo bello nos eleva, parece decir el poeta.

Parte del encanto de la vida es disfrutar lo que nos regala de bello.

 

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