Andando de tu mano…
Andando de tu mano,
¡qué fáciles las cimas!
Alto se está contigo,
tú me elevas, sin nada,
tan sólo con vivir
y dejar que te viva.
Tus pasos más sencillos
en ascensión acaban.
Y en altura se vive
sin sentir la fatiga
de haber subido.
Tú le quitas
al trabajo, al afán,
su gran color de pena.
Y en descensos alegres,
se sube, si tú guías,
la inmensa
cuesta arriba del mundo.
Un poema de Pedro Salinas, fácil (siempre en apariencia, como resultado de un trabajo del autor, de su capacidad y su habilidad), en el que el yo poético hace un panegírico bellísimo del tú poético, al que agradece todo.
Con una imagen tópica inicial (el contacto físico de los amantes), el poeta describe líricamente el apoyo y la importancia que posee su persona amada en su vida.
Más no se puede pedir en una declaración de amor.
Gracias por su recitación a Raúl Aguado.