Caracola
Dentro de esta caracola ruge un mar contra una playa, en la que quizás alguien haya dejado una caracola, en cuyo interior estalla un mar que muere en la playa dentro de otra caracola, que alguien como yo se acerca, al oído y oye terca como rompe la mar sola sus olas en otra playa en la que quizás alguien haya dejado otra caracola. Y así dentro de cada uno, otra playa y otro abismo, y quizás nosotros mismos, este mar con esta luna, estemos dentro de alguna caracola colosal, que alguien se acerca al oído, para escuchar el sonido que hace nuestra soledad...
Un poema de Juan Bonilla sobre la concepción y la percepción del mundo, de una manera sencilla, delicada, elegante y cuidada (o sea, poesía).
En la primera estrofa, el poeta hace un juego de contenidos que a su vez contienen (el tópico de la matrioska rusa, muñeca que alberga dentro otra muñeca, que alberga dentro otra muñeca…), donde algo, una caracola (existe la idea sugerente de que en ella se oye el mar, cuando lo que oímos es nuestro propio oído), se repite en una serie, una dentro de otra.
En la segunda estrofa, el autor, según esta concepción del mundo que ha presentado, reflexiona sobre nosotros, sobre nuestro lugar en el mundo… en este juegos de inclusiones.
Un poema profundo, de contenido existencial, de fácil lectura y de versos cortos; un juego bello y serio, que consiste en saber y encontrar dónde estamos.