Categoría: El poema de la semana

Otoño

  Aprovechemos el otoño, antes de que el invierno nos escombre; entremos a codazos en la franja del sol y admiremos a los pájaros que emigran; ahora que calienta el corazón, aunque sea de...

Los ángeles colegiales

Ninguno comprendíamos el secreto nocturno de las pizarras  ni por qué la esfera armilar se exaltaba tan sola cuando la mirábamos.  Solo sabíamos que una circunferencia puede no ser redonda  y que un eclipse...

Mesa

En nombre de los bosques, yo maldigo A quien toma venganza, árbol, contigo. Miguel Hernández ¡Oh!, mesa fuerte, veteada, de cuatro patas robustas y superficie rugosa de madera, juntas caminan tu memoria y la...

Navegar es preciso

Navegantes antiguos tenían una frase gloriosa: «Navegar es preciso, vivir no es preciso.» Quiero para mí el espíritu de esta frase, transformada la forma para casarla con lo que yo soy: Vivir no es...

Tus manos

Cuando tus manos salen, amor, hacia las mías, ¿qué me traen volando? ¿Por qué se detuvieron en mi boca, de pronto, por qué las reconozco como si entonces, antes, las hubiera tocado, como si...

La retama

Y tú, lenta retama, que de frondas fragantes esta campiña desolada adornas, también al cruel poder morirás luego del subterráneo fuego, que volviendo al lugar que ya conoce avaro ha de extender su rojo...

Las campanas doblan por ti

  ¿Quién no echa una mirada al sol cuando atardece? ¿Quién quita sus ojos del cometa cuando estalla? ¿Quién no presta oídos a una campana cuando por algún hecho tañe? ¿Quién puede desoír esa...

Despedida

Mientras haya ciudades, iglesias y mercados, y traidores, y leyes injustas, y banderas; mientras los ríos sigan vertiendo su basura en el mar y los vientos soplen en las montañas; mientras caiga la nieve...