Hombre que mira más allá de sus narices
Hoy me despierto tosco y solitario; no tengo a nadie para dar mis quejas, nadie a quien echar mis culpas de quietud. Sé que hoy me van a cerrar todas las puertas y que...
Hoy me despierto tosco y solitario; no tengo a nadie para dar mis quejas, nadie a quien echar mis culpas de quietud. Sé que hoy me van a cerrar todas las puertas y que...
Por lo visto es posible declararse hombre. Por lo visto es posible decir no. De una vez y en la calle, de una vez, por todas y por todas las veces en que no...
En tanto que de rosa y de azucena se muestra la color en vuestro gesto, y que vuestro mirar ardiente, honesto, con clara luz la tempestad serena; y en tanto que el cabello, que...
Desde que el alba quiso ser alba, toda eres madre. Quiso la luna profundamente llena. En tu dolor lunar he visto dos mujeres, y un removido abismo bajo una luz serena. ¡Qué olor a...
Ojalá no me dejaras ir como haces siempre, porque va a llegar septiembre, y tal y como venga el frío te darás cuenta de que no fue mío lo que acabó esto para siempre....
Cuando la sombra cae, se dilatan tus ojos, se hincha tu pecho joven y tiemblan las aletas de tu nariz, mordidas por el dulce veneno, y, terrible y alegre, tu alma se despereza. Qué...
La profesora de lengua estaba convencida: empezad siempre por buscar el verbo, el verbo y lo demás, la palabra más importante, el núcleo. Repetía y repetía ad infinitum. Cantar, comer, vivir, pensar, morir. Eso...
Estos poemas los desencadenaste tú, como se desencadena el viento, sin saber hacia dónde ni por qué. Son dones del azar o del destino, que a veces la soledad arremolina o barre; nada más...