Cierta gente

Niñas en el metro de Kiev, usado como refugio

Cierta gente huyendo de otra gente.
En cierto país bajo el sol
y bajo ciertas nubes.
 
Dejando atrás sus todos respectivos,
campos sembrados, ciertas gallinas, perros,
espejos en los que ahora solo el fuego se contempla.
 
Llevan a la espalda hatillos y cántaros
día tras día más pesados, cuanto más vacíos.
 
El agotamiento de alguien tiene lugar en silencio,
el arrancamiento a alguien de su pan en el tumulto
y el acunamiento del niño muerto de alguien.
 
Ante ellos un incesante «por aquí no»,
no es ese el puente que necesitan
sobre un río extrañamente rosado.
Alrededor unos disparos, a veces más cerca, a veces más lejos,
en lo alto un avión que parece dar vueltas.
 
Vendría bien alguna invisibilidad,
alguna oscura pedregosidad,
y aún mejor un no-haber-sido
por un tiempo breve o incluso largo.
 
Algo todavía ocurrirá, pero dónde y qué.
Alguien saldrá a su encuentro, pero cuándo, quién,
desempeñando qué papel y con qué intenciones.
 
Si tiene elección,
quizás no quiera ser un enemigo
y los deje con cierta vida por delante.

Un poema de Wislawa Szymborska, autora polaca ganadora del Premio Nobel de Literatura, de carácter antibelicista.

Presenta la situación de cierta gente –de una manera indefinida y anónima-, de una población afectada por un conflicto militar que debe huir y vive la incertidumbre y el miedo a la muerte. Una descripción lacónica, una representación poética y austera de lo que nunca debería ocurrir, del enfrentamiento humano, de la guerra.

A veces la poesía tiene este carácter social de denuncia, de rechazo y de una creación de conciencia social ante lo vivido.

Gracias a Paca Velardiez, actriz extremeña nacida en Almendralejo, por la lectura de esta composición.

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