Deshacer
–
Frente a libros amados
y un balcón donde los verdes
perviven desnudos del tiempo
fue mi mundo.
A sabiendas, regreso.
Fugazmente a beber
de la pasión de seres
que circundaron una vida,
la que ya no es mía
y un día fue la voz, la casa.
Este nuevo cuerpo
del deshacer que soy
corresponde a un extraño regreso,
desvelarse otra vez
al antiguo ser que fuiste.
Veloz, pero otra vez aquí.
El remo vuela.
Tiempo de ir y venir
de la vida en sus alas
y de la muerte
a la transparencia.
De puntillas regreso,
nadie queda
donde los libros y el balcón,
respiran.
Sé que de lo existente
al pozo de la vida
el paso es mío,
el sueño es mío.
Del deshacer que somos
se alimenta mundo y muerte.
Escribirlo antes
de que el vuelo final
doble su signo
de sabiduría.
Regresar es buscarse
después de haber vivido,
volver a la casa para tocarla
por si acaso todo esto
tampoco hubiera sido existencia,
sino su trampa.
–
Un poema de Pureza Canelo -de su libro Dulce Nadie, 2008- con un título que es un infinitivo y que da la pauta de su contenido.
Y deshacer parece ser la consecuencia de la acción de una vuelta al pasado -real y concreta, puede ser, el ir a un espacio donde se vivió-, y ese volver supone una reflexión sobre el mismo tiempo y sobre la vida/existencia.
Deshacer viene a ser ese encuentro entre el pasado y el que vuelve a él -quien desanda lo andado para llegar a donde partió.
Una composición de puro lirismo, de expresión perfecta, intimista y asumible por todos, en esa especial relación que tenemos con lo que hemos vivido y donde hemos vivido.
Gracias a Mamen Navia por la lectura de este texto, que grabó como una canción en su disco La luna en una ausencia (sobre poesías de autoras extremeñas). Junto a Mirándonos, Mamen ha hecho un trabajo de selección de poemas y musicalización de estos que debe ser muy reconocido por su calidad.