El laberinto invisible (a propósito del Día de los Difuntos)
Un poema de Antonio Colinas – leonés, poeta, novelista, ensayista, traductor y periodista; incluido en el grupo de los Novísimos, con una trayectoria muy personal; ganador del Premio Nacional de Literatura en 1982, y de muchos más premios literarios- que viene a tratar del paso de un tú poético -todos- desde la vida hacia su muerte.
A partir del laberinto de la vida -bella imagen poética, como el viaje definitivo de Juan R. Jiménez o la terra inexplorata de W. Shakespeare, y de una manera más coloquial el otro barrio– y de su final, el poeta elucubra -creando un espacio también laberíntico que se debe recorrer- sobre el sentido o el final que nos toca, sobre la trascendencia que puede haber más allá de nuestra vida.
Un texto bellísimo, lleno de espiritualidad y misticismo. Una reflexión estética sobre lo que hay después y no conocemos. Y un recuerdo de los seres queridos que ya han pasado por este trance.
Gracias a nuestra compañera Ita Báez por la lectura de esta composición.