El oficio del poeta
Contemplar las palabras
sobre el papel escritas,
medirlas, sopesar
su cuerpo en el conjunto
del poema, y después,
igual que un artesano,
separarse a mirar
cómo la luz emerge
de la sutil textura.
Así es el viejo oficio
del poeta, que comienza
en la idea, en el soplo
sobre el polvo infinito
de la memoria, sobre
la experiencia vivida,
la historia, los deseos,
las pasiones del hombre.
La materia del canto
nos lo ha ofrecido el pueblo
con su voz. Devolvamos
las palabras reunidas
a su auténtico dueño.
“El oficio del poeta” es un texto metaliterario y reflexivo sobre la esencia de la poesía. En la primera estrofa, el yo poético describe, a base de infinitivos, la actividad poética: “contemplar”, es decir, mirar y meditar sobre las “palabras”, la materia con la que se edifica la poesía. De ese trabajo minucioso y paciente surge la “luz” del poema. Esta primera fase es más externa y formal .
En la segunda estrofa ahonda sobre la construcción del contenido del poema. Comienza con una idea que procede de lugares bien conocidos: memoria, experiencia, historia, deseos y pasiones; son los temas que alimentan la creación poética. La tercera y última estrofa posee una naturaleza social, puesto que la voz y los temas poéticos proceden del pueblo, es justo que se le devuelva a su “auténtico dueño” a través de la producción poética individual.
José Agustín Goytisolo (Barcelona, 1928 – 1999) es un estimable poeta español adscrito a la Generación del 50, o del medio siglo junto a autores como Gil de Biedma o Caballero Bonald. Hermano de los escritores Juan y Luis Goytisolo. Su importante producción poética ha sido valorada positivamente por la crítica y los lectores.
Maestro de la poesía libre, que para él, era la «menos libre de todas si está bien hecha». Y bien hecha significa «con música interna».
Fue además escritor, traductor y crítico literario, siendo su característica principal una curiosa combinación de nostalgia, humor e ironía.
Falleció trágicamente en 1999.
Gracias a nuestra alumna de 4.º ESO Carlota Villena Camacho por la lectura de esta poesía, que dedicamos esta semana a la conmemoración del Día Mundial de la Poesía.