A la tierra

A la Tierra, madre universal, cantaré, la de buenos fundamentos,
 primigenia, que alimenta todo cuanto sobre la tierra existe;
 tanto lo que por el suelo divino camina como lo que el mar recorre
 y cuanto vuela: todo ello se alimenta de tu riqueza.
Gracias a ti se vuelven los hombres ricos en hijos y frutos,tierra
 augusta; de ti depende el darles prosperidad y el quitársela
 a los mortales hombres; dichoso aquel al que tú en tu ánimo
 benévola honres: a su lado todo en abundancia lo tendrá.
 Colmado tienen el sembrado que vida produce, y en sus campos
 los ganados prosperan, mientras su casa se llena de bienes;
 ellos son lo que, con rectos juicios, en la ciudad de hermosas mujeres
 gobiernan, y la dicha en abundancia y la riqueza les acompañan.
Los hijos de estos con alegría juvenil se ufanan,
 las hijas de estos en los coros floridos con ánimo alegre
 bailan joviales, entre las tiernas flores de la pradera;
 de estos, a los que tú honras, venerable diosa, generosa divinidad.
Salud, de los dioses madre, compañera del Cielo estrellado;
 benévola a cambio de mi canto riqueza que el ánimo agrade concédeme;
 que yo de ti me acordaré, y de otro canto.

Himno (poema en honor de una divinidad, de rasgos épicos) a la Tierra, atribuido a Homero, a Gea (o Gaia), la personificación de la Tierra, como madre generosa, que da la vida (y la muerte).

En este poema, se le da su justo valor (que alimenta todo cuanto sobre la tierra existe, lo que es una redundancia) y la dependencia de todos los humanos hacia ella; aquel que sea protegido por ella, será feliz. La poesía acaba con una invocación del poeta a la diosa madre, para que le sea favorable.

Poesía muy contemporánea, desde el momento en que la Tierra, como planeta, se considera, desde el punto de vista ecológico o ecologista, la fuente de la vida y la sustentadora de ella. Todos, y más los humanos, conscientes o inconscientes, le debemos nuestra existencia.

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