Estado de alarma


ES (tado) (de) (alarma). DÍA 1.15 de marzo (19:25)
Hacía tiempo que no me duchaba tan lentamente.
Los pájaros vuelven al nido del hueco de la ventana.
Mi cuerpo no ha salido de casa, mi mente ha estado en casa de mi hermana y mi corazón con il dottore.
Por fin ha llovido y el campo ha venido a nosotros.
Me siento más cerca que nunca de mis alumnos de bachillerato.
Me ha hecho bien alejarme de las noticias.
No he recogido mi ropa amontonada en la silla, aún soy yo.
He comido muy despacio algo cocinado con amor.
Tengo techo bajo el que estar confinada.
Veo este cielo y tengo techo.
 
ES (tado) (de) (alarma). DÍA 5.19 de marzo (20:49)
Todo crece si lo dejas aquietarse.
Las aguas de Venecia vuelven a ser transparentes.
Los pájaros recuperan su imperio sonoro en las calles.
El vello coloniza el cuerpo porque la vida y la vista son para una misma.
Quizá lo sabio sea este dejar ser.
Nunca está un espejo totalmente limpio, pone siempre algo de sí en la imagen que replica.
También nosotros añadimos azogue, sombra o resplandor a lo que está reflejando nuestra superficie.
Pero lo cierto es que la realidad solo se ocupa de ser. De crecer y desplegarse en la quietud.
 
ES (tado) (de) (alarma). DÍA 6. 20 de marzo (20:41)
La casa no es con cemento ni es con madera.
No necesita llave, no quiere alarma.
La casa siempre está abierta para los limpios.
Así nos dijeron. No lo creímos.
Ahora que las puertas están cerradas hemos hecho del bloque una sola casa, del barrio una sola casa, del pueblo una sola casa y así.
Cómo defenderán la idea podrida de frontera, ahora que hemos rebasado esta pared.
Ahora que emerge y rebosa de cada casa un único corazón en llamas.

______________________________________________________________________________ Durante el confinamiento, en las primeras seis semanas de este, la poeta Maribel Tena escribió cada día unos textos -a la manera de un diario poético- que expresan su sensibilidad, estado de ánimo y reflexiones sobre esos días diferentes a lo antes vivido.

En verano, tuvo la idea genial de componer un libro (una preciosidad en todos los sentidos) y regalarlo con la condición de que el destinatario hiciera una donación a algún lugar benéfico.

Aquí se recogen tres días del inicio del encierro (uno de ellos leído por la autora), una muestra lírica de humanidad, sensibilidad, inteligencia…

Gracias por todo, Maribel.

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