Ha llegado el instante, ha llegado…

Ha llegado el instante, ha llegado
el preciso momento de conocer la dicha,
de inflamaros el pecho
con una felicidad que parece que estalla,
cuando los ojos todo son gratitud al espacio
y vuestras manos una eterna alabanza.
 
Es el momento
de más intenso goce, de la esencial ventura
cuando allá en el recuerdo
se produjo el encuentro y aparece el asombro
de que el azar sea sabio
                                            –o el destino–.
 
Es el momento
de guardar las palabras porque el cuerpo de uno
ocupa todo el otro, y su vida y su alma.

Un poema de Luciano Feria -docente y poeta extremeño, e impulsor del Seminario Humanístico de Zafra, una actividad que merece el mayor reconocimiento- sin título y en versos libres que contiene la poetización del momento -la paráfrasis está ahí, porque a veces no se pueden encontrar otros términos- del encuentro amoroso/erótico de dos personas.

En la primera parte de la composición, lo poetizado es lo físico -el contacto de los ojos y de las manos- y el hecho físico-emocional de sentir el pecho henchido.

En la segunda parte del texto, aparece la reflexión sobre el hecho que ocurre -el azar y el destino, como origen de lo que nos sucede.

Al final, los tres últimos versos constatan la inefabilidad, a veces, de lo que nos acontece y de lo que se vive, sobre todo si está relacionado con la experiencia amorosa.

Gracias a Luciano Feria por su generosidad, por la lectura de su propia poesía.

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