Hermoso es el vivir
Hermoso es el vivir, y aunque tuviera otra vez que pasar por ese trance, otra vez pediría luz y avance por la desdicha que me aconteciera. El soportado horror, la luna fiera y la batalla de dudoso alcance, la incertidumbre de tu ser, balance de amor y horror que un viento entretejiera, todo es vivir. Hermoso es, por lo tanto. La vida, un mar que encrespa todo el llanto, la senda estrecha, el horizonte oscuro. Tenebroso pujar, vivir a peso, ver tu fatiga en el desierto duro, y la descarga de dolor que es eso…
Un soneto de Carlos Bousoño bastante paradójico.
El título parece decirlo todo, repetido en el primer verso… pero el resto del poema es una secuencia de metáforas e imágenes sobre la vida que la describen de una manera indudablemente negativa (eso sí, poéticamente).
Esta composición parece ser una declaración de amor, de aceptación de la vida, per se. Sin más, sin queja, por puro amor a estar vivo.
Extraños son los caminos de la poesía.