Lo que espero de ti

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Espero de ti un amor animal,
instintivo, sin prejuicios,
que me vigile con empeño
y me taladre
sin rencor ni alevosía,
que se alimente de mí
-vivo o muerto-
o me integre en su manada ácida
y me muestre los caminos más seguros
y las vallas eléctricas de alambre
que tendré que evitar a toda costa
-como ahora estoy evitando
tu mirada hexagonal-.
Me va la vida en ello.
 
No espero de ti
bandejas de chuletas
envasadas al vacío,
precocinadas y templadas,
aliñadas y tan tristes
como una gacela herida.
Tampoco espero una salsa
de amor liviano,
con abrefácil
y lista para usar.
 
Conozco tu instinto asesino,
te sé una gran depredadora agazapada,
una fiera indómita y salvaje,
insurrecta,
revolucionaria,
escurridiza.
Estudié tus peligrosas
características selváticas,
he leído a fondo
tu manual de instrucciones.
¿Cómo voy a temer
tu fiereza?
¿Cómo no sucumbir
a tu brutalidad,
a tu olor intenso
de bestia cosmopolita?
 
Conozco todos los riesgos que entrañas.
Sé que contigo puedo aspirar
únicamente
a un éxtasis irracional.
No espero menos de ti.

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Un poema de David González Lago -poeta (autor de varios libros y ganador de varis premios literarios), docente y atleta- donde el primer verso nos inicia en su contenido: un yo poético desea con/pide -¿dónde está la diferencia?- a un tú poético una relación amorosa, que explicita -y también su reverso- muy muy líricamente -con imágenes intensas, actuales y cotidianas, con un léxico (sobre todo la adjetivación) impactante. Una declaración de intenciones y de amor

Una composición sobre a quien deseamos y lo que buenamente deseamos de alguien a quien esperamos amar. Con tono animoso, simpático y alegre.

Gracias a David González por la lectura de su propia composición.