Mientras el aire es nuestro

 

Enjoying the sun

 

Respiro,
y el aire en mis pulmones
ya es saber, ya es amor, ya es alegría,
alegría entrañada
que no se me revela
sino como un apego
jamás interrumpido
—de tan elemental—
a la gran sucesión de los instantes
en que voy respirando,
abrazándome a un poco
de la aireada claridad enorme.

Vivir, vivir, raptar —de vida a ritmo—
todo este mundo que me exhibe el aire,
ese —Dios sabe cómo— preexistente
más allá
que a la meseta de los tiempos alza
sus dones para mí porque respiro,
respiro instante a instante,
en contacto acertado
con esa realidad que me sostiene,
me encumbra,
y a través de estupendos equilibrios
me supera, me asombra, se me impone.

 

Esta es una composición lírica de Jorge Guillén que presenta como rasgo principal el optimismo vital.
En una estructura de dos estrofas y verso libre, el poeta nos presenta el hecho íntimo y personal de respirar (que es vivir) aire, lo que le supone disfrutar de la vida de todo lo bueno que tiene (una acumulación de elementos positivos, entre ellos la luz); una satisfacción personal y que puede ser común; la vida es maravillosa, y en cada bocanada de aire lo podemos advertir.
Todos hemos sentido alguna vez la sensación psicobiológica de la satisfacción al inspirar aire sintiendo como se llenan los pulmones; pues el autor eleva esto a la categoría de gran poesía

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