Ningún mensaje nuevo
Porque te robaré hasta el alma, te enseñaré a bailar… Bebe Los días que no vienes compruebo los mensajes, ningún mensaje nuevo, revuelvo los cajones, me voy de un lado a otro, esta casa parece un teatro vacío, libros en los estantes, poemas archivados, oscuridad, silencio, manos en los bolsillos, compruebo los mensajes, ningún mensaje nuevo, me asomo a la ventana, esta ciudad es como tantas otras ciudades, las mismas avenidas, lugares que se copian en blanco y negro el tedio, compruebo los mensajes, ningún mensaje nuevo, escucho las canciones que me hiciste aprender, de pronto estoy bailando, río y subo el volumen, sobre las caderas se mueve mi falda… abro el cuaderno,escribo, me asomo a la ventana y grito mi mensaje: nunca sabré de qué sales huyendo los días que no vienes.
Un bonito poema de Irene Sánchez Carrión sobre algo tan sentimental como la espera del enamorado, del amado, del maromo, del chico, del más que amigo…
Una espera que nos hace inquietarnos, alterarnos, suponer, contemplar, recordar… para acabar en un grito, real o de pensamiento, de rabia o de frustración.
Un estructura llamativa, con versos cortos y muchos versos, como son los pensamientos que se tienen cuando se espera a alguien, con la ansiedad de la espera.
Una composición muy acertada, una bella foto de la espera (y algo de desesperación) y de lo que todos hemos podido sentir o entender que se siente.