No necesito un hijo

No necesito un hijo que me quiera,
ni que sea feliz, ni hermoso,
ni que triunfe y me sonría,
ni un hijo que me cuide,
me proteja, me tutele.
 
Necesito, simplemente,
un hijo que me sobreviva
y al que poder amar hasta el final.
 
Si me faltara,
¿qué haría yo con tanto amor
como me crece para él
cada mañana?

Un poema de Begoña Abad sobre la maternidad, desde un punto de vista peculiar.

Si, en general, la exaltación y el reconocimiento de la maternidad viene del lado del padre, observador y amante, o de los hijos, en testimonio de agradecimiento, en este caso la declaración de intenciones viene de parte de la madre misma.

El valor de la maternidad, visto desde este parecer de esta madre, es la entrega del amor, la necesidad de expresar amor -que es continuo y progresivo- en alguien real, con una relación -con él o con ella- psicobiológica única.

Una bella manera de versificar el amor hacia un vástago desde el lado materno.

Gracias a la autora de esta poesia por su recitación.

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