Pasión
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Unos besan las sienes, otros besan las manos,
otros besan los ojos, otros besan la boca.
Pero de aquel a este la diferencia es poca.
No son dioses, ¿qué quieres?, son apenas humanos.
Pero, encontrar un día el espíritu sumo,
la condición divina en el pecho de un fuerte,
el hombre en cuya llama quisieras deshacerte
¡como al golpe de viento las columnas de humo!
La mano que, al posarse, grave, sobre tu espalda,
haga noble tu pecho, generosa tu falda,
y más hondos los surcos creadores de tus senos.
¡Y la mirada grande, que mientras te ilumine
te encienda al rojoblanco, y te arda, y te calcine
hasta el seco ramaje de los pálidos huesos!
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Un poema de Alfonsina Storni –escritora argentina, vinculada al movimiento estético modernista- titulado de una manera rotunda.
En este soneto, de tema amoroso y a la vez reflexivo -dirigido a un tú, que puede ser la misma poeta o cualquiera-, de cierta audacia temática –feminista- y estética, hay una reivindicación de la sensualidad y del sentir femenino, del deseo vehemente de una mujer hacia el hombre, desde el punto de vista íntimo y a la vez general.
El primer cuarteto empieza con el “Todos los hombres son iguales”, llevado a la poesía; en el segundo, aparece la esencia de esta poesía, la búsqueda, el deseo, del encuentro con un hombre ¿ideal?, de tal manera que provoque el deseo –deseado-femenil, bien expresado con imágenes de fuego y aniquilación.
En los dos tercetos, la fisicalidad y el erotismo y el amor del y en el encuentro cumplido bajo la vehemencia va de lo más concreto a la abstracción, de lo físico a lo más sentimental.
Una composición muy conseguida, con la puesta en palabras de lo que a veces es inefable.
Gracias a AnaLí Moreira, compañera de nuestro Centro, por la lectura de este texto.