Sola tú
Sola tú junto a mí, junto a mi pecho. Sólo tu corazón, tu mano sola, me lleva al caminar. Tus ojos solos traen un poco de luz hasta la sombra del recuerdo. ¡Qué dulce, qué alegre nuestro adiós! El cielo es rosa y es verde el encinar, y estamos muertos, juntos los dos, en mi memoria sola. Sola tú junto a mí, junto al olvido, allá donde la nieve silenciosa del alto Guadarrama, entre los pinos, de rodillas te toca. Estamos solos para siempre; estamos detrás del corazón, de la memoria, del viento, de la luz, de las palabras, juntos los dos sobre la nieve sola.
Un poema de Leopoldo Panero basado en el recuerdo; el poeta recuerda, de una manera quizás confusa y adrede, la imagen de sí mismo y de su amada.
La confusión de esta evocación parece desaparecer en la segunda estrofa, cuando sitúa ese momento del pasado en un lugar concreto (ya anticipado en la primera estrofa).
En la tercera estrofa, el motivo de la poesía es la pareja, a la que hiperbólicamente sitúa en un pasado muy lejano, alejados de cualquier realidad.
Un poema reiterativo, sentimental (un recuerdo amoroso, perdido y recuperado en la memoria). Una composición evocadora, a la manera de una foto, que pretende recuperar un momento perdido en el pasado y fijado en la memoria.
La soledad y el pasado, dos territorios perdidos.