Somos mujeres (en celebración del 8 de marzo, día internacional de la mujer)

Miradnos.
Somos la luz de nuestra propia sombra,
el reflejo de la carne que nos ha acompañado,
la fuerza que impulsa a las olas más minúsculas.
Somos el azar de lo oportuno,
la paz que termina con las guerras ajenas,
dos rodillas arañadas que resisten con valentía.
Miradnos.
Decidimos cambiar la dirección del puño
porque nosotras no nos defendemos:
nosotras luchamos.
Miradnos.
Somos, también, dolor,
somos miedo,
somos un tropiezo fruto de la zancadilla de otro
que pretende marcar un camino que no existe.
Somos, también, una espalda torcida,
una mirada maltratada, una piel obligada,
pero la misma mano que alzamos
abre todas las puertas,
la misma boca con la que negamos
hace que el mundo avance,
y somos las únicas capaces de enseñar
a un pájaro a volar.
Miradnos.
Somos música,
inabarcables, invencibles, incontenibles, inhabitables,
luz en un lugar que aún no es capaz de
abarcarnos, vencernos, contenernos, habitarnos,
porque la belleza siempre cegó los ojos
de aquel que no sabía mirar.
Nuestro animal es una bestia indomable
que dormía tranquila hasta que decidisteis
abrirle los ojos con vuestros palos,
con vuestros insultos, con este desprecio
que, oídnos:
no aceptamos.
Miradnos.
Porque yo lo he visto en nuestros ojos,
lo he visto cuando nos reconocemos humanas
en esta selva que no siempre nos comprende
pero que hemos conquistado.
He visto en nosotras
la armonía de la vida y de la muerte,
la quietud del cielo y del suelo,
la unión del comienzo y del fin,
el fuego de la nieve y la madera,
la libertad del sí y el no,
el valor de quien llega y quien se va,
el don de quien puede y lo consigue.
Miradnos,
y nunca olvidéis que el universo y la luz
salen de nuestras piernas.
Porque un mundo sin mujeres
no es más que un mundo vacío y a oscuras.
Y nosotras
estamos aquí
para despertaros
y encender la mecha.
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Un poema de Elvira Sastre, muy a propósito para recordar la celebración del 8 de marzo, día internacional de la mujer (que busca defender la participación de la mujer en la sociedad, su emancipación y desarrollo personal y su valía).
Esta composición va dirigida a un receptor múltiple, a todos, hombres y mujeres, y en ella se pide la atención a esta declaración de principios, en la que consisten estos versos.
Y el protagonista de esta poesía es la primera persona del plural, las mujeres, en conjunto, en un momento presente -todo el texto está escrito en presente, excepto alguna referencia al pasado a través de participios-; y sobre las mujeres se compone una mezcla de autodefinición y de autoafirmación (las mujeres como colectivo consciente de su fuerza, social y universal, de su potencialidad presente y futura).
Una poesía de declaración colectiva, social y política, un subgénero lírico poco habitual, pero en este caso muy adecuada al momento y a la causa.
Gracias a Isabel Esteban y a David Parra por su lectura.