Testamento

Vou partir de avião
e o medo das alturas misturado comigo
faz-me tomar calmantes
e ter sonhos confusos
 
Se eu morrer
quero que a minha filha não se esqueça de mim
que alguém lhe cante mesmo com voz desafinada
e que lhe ofereçam fantasia
mais que um horário certo
ou uma cama bem feita
 
Dêem-lhe amor e ver
dentro das coisas
sonhar com sóis azuis e céus brilhantes
em vez de lhe ensinarem contas de somar
e a descascar batatas
 
Preparem a minha filha
para a vida
se eu morrer de avião
e ficar despegada do meu corpo
e for átomo livre lá no céu
 
Que se lembre de mim
a minha filha
e mais tarde que diga à sua filha
que eu voei lá no céu
e fui contentamento deslumbrado
ao ver na sua casa as contas de somar erradas
e as batatas no saco esquecidas
e íntegras.

[Voy a viajar en avión / y el miedo a las alturas / me hace tomar calmantes / y tener sueños confusos. // Si yo muero, / quiero que mi hija no se olvide de mí, / que alguien le cante, aunque sea con voz desafinada / y que le ofrezcan fantasía, / más que un horario fijo / o una cama bien hecha. // Denle amor y aprender a ver / dentro de las cosas, / a soñar con soles azules y cielos brillantes, / en vez de enseñarle las cuentas de sumar / y a pelar patatas. // Preparen a mi hija / para la vida, / si muero en el avión, / y me separo de mi cuerpo / y soy un átomo libre en el cielo. // Que se acuerde de mí, / mi hija, / y más tarde que le diga a su hija / que yo volé por el cielo / y fui alegría maravillada, al ver en su casa las cuentas de sumar equivocadas / y las patatas en la bolsa olvidadas / y enteras.]

Un poema de Ana Luísa Amaral -una de las principales autoras contemporáneas de Portugal, fallecida este verano; investigadora, docente y traductora, escribió más de una veintena de libros; también fue una figura clave en el movimiento y los estudios feministas del país; ganó el XXX Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana el pasado año-, que parte de la constatación de la realidad y presencia de la muerte en una situación incómoda.

Y comienza entonces un testamento poético dedicado a su hija, donde pide ser recordada, para ella misma, y amor, compañía, felicidad… -todo lo deseable para alguien a quien se ama incondicionalmente- para su hija; deseos que se concretan muy líricamente, alejados de convenciones concretas y de lo políticamente correcto.

Una reflexión sobre la muerte que nos espera y sobre la vida que podemos imaginar para los que queremos y que nos sobrevivirán; con un estilo sencillo, precioso y dulce, al nivel de lo que trasmite esta composición, lo mejor para quien se quiere.

Muchísimas gracias a Pilar Sarró -conocedora de la cultura portuguesa, docente- por la lectura de este texto, por su traducción al castellano y por sus comentarios.

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