Vendrán tiempo mejores.
VENDRÁN TIEMPOS MEJORES PERO NO NOS IMPORTAN, la vida es el presente, el instante que late, los minutos de hoy y de mañana. Quienes nos venden la fábula de futuros mejores y lejanos, de aguantar los mordiscos por un "quizá mañana", son los de siempre, ellos. Los que robaron almas, tiempo, trabajo, besos, vidas y palabras y nunca saborearon carestías, asperezas, vacío, pobreza y desamparo. VENDRÁN TIEMPOS MEJORES PERO SERÁN AHORA, la vida es estar juntos, el instante en la calle, los días de encontrarnos y de reconocernos. Quienes nos venden la trampa de que sigamos mudos y obedientes, de aguantar la historia entera por un "quizá mañana", son los dueños de todo o casi todo, Los que mataron a Peter Pan, Corto Maltés, John Silver y hasta al capitán Ahab y su ballena, la imaginación de nombrar el porvenir, la libertad del pan, el amor a destajo, la hermandad de los hombres, las mujeres, los perros, las estrellas. VENDRÁN TIEMPOS MEJORES PERO HABRÁ QUE LUCHARLOS, como siempre contigo y también con el otro, la otra, el extranjero, la extraña y el que fuimos, y brindar con memoria y con buen vino por el tiempo de hoy, por ti, por mí, por los que llegan, por la tierra que da, el aire que regala, el sol que nos conmueve, y sobre todo por hoy, por no demorar nada, que la vida es ahora solamente. Que la vida es ahora, en este año.
Un poema de Ramón J. Soria, prosaico -que no falto de fuerza poética-, combativo –de lucha contra los poderosos- y exhortativa –pues nos anima a la acción.
Con un ritmo sintáctico muy rápido, enumeraciones sin nexos –asíndeton- y acumulaciones, esta poesía se convierte en un canto actual, contemporáneo y cercano, al carpe diem, y un rechazo a la procrastinación (el refugio en el futuro, para evitar el compromiso de la acción en el presente).
Un poema chulo, animoso, simpático; un tirón de orejas –solidario, cariñoso- al lector.
Anímate, y vive. Ahora.