Alumbramiento


Enamorarse es esto,
llevar a cabo nuestra propia creación
 ir construyendo con manos pequeñas
 una vida nueva perfecta azulada
 trazar un rostro ferviente e inasible
 morder su labio y saberlo real, carnal,
deletreable.

Enamorarse es crear un dios a la medida,
romper los moldes viejos como estatuas,
hallar la pieza adecuada –esa pieza–
y encajarla justo ahí,
donde nos duele.

Pues bien,
 tengo en mis ojos una vida sagrada,
una vida gemela,
y nada podrá destruirla.

Enamorarse es encerrar en un solo cuerpo la belleza.

Un poema de Gema Palacios -una joven poeta española- que hace un uso diferente de la palabra alumbramiento en el título, como se percibe y entiende en la lectura de la composición.

            El texto se compone de tres partes, distinguibles por la anáfora enamorarse; en la primera, con tres infinitivos, la forma de la generalización, de la teorización, por muy lírica que sea esta.

            En la segunda parte, continúa la explicación de lo que es el enamoramiento, con una secuencia de infinitivos; pues bien, ahora se entiende que el alumbramiento es la creación de una nueva vida, la creada a partir del amor entre dos.

            La última parte, el último verso, es un ejemplo de la poetización de esa idea de una fusión de dos en algo nuevo unido por el amor.

            Un texto amable, con pegada, agradable en su disfrute.

            Gracias a nuestra compañera del Centro Gracia Becerra por la lectura de esta poesía.

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