Centro

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Tocar tu mano y no sentir el hueso
frío que desde dentro ahora la mueve,
sólo la piel caliente, el roce leve
de una carne hecha espíritu, sin peso;
morder luego tus labios, y en el beso
quitarle al cráneo que hay detrás relieve,
y a la nuca dureza, y que la breve
vida parezca eterna en el proceso.
 
Cerrarte en un paréntesis de brazos
donde no cabe el mundo, ver que rota
mi ser alrededor de tus caderas,
romper con lo exterior todos los lazos,
y entrar en una realidad ignota,
que es sólo un centro en donde no hay afueras.

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Un poema de Lorenzo Oliván que describe líricamente el proceso del contacto físico entre dos amantes.

Sirviéndose de tres infinitivos que expresan intemporalidad y generalidad y omnipresencia, el poeta poetiza tres momentos graduales del encuentro carnal -y a la vez emocional y espiritual-, que son el tacto de la mano, el beso en la boca y por último el abrazo de frente, proceso físico que acaba en una metáfora –centro– que identifica al abrazo de dos como un núcleo material y sentimental. Una excelente poesía sobre algo tan poético como el amor y el contacto amoroso.

Gracias a Caty Flores por la lectura de esta composición.

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