Fe de vida.

Fe de vida.

Sé que el invierno está aquí,

detrás de esa puerta. Sé

que si ahora saliese fuera

lo hallaría todo muerto,

luchando por renacer.

Sé que si busco una rama

no la encontraré.

Sé que si busco una mano

que me salve del olvido

no la encontraré.

Sé que si busco al que fui

no lo encontraré.

Pero estoy aquí. Me muevo,

vivo. Me llamo José

Hierro. Alegría. (Alegría

que está caída a mis pies.)

Nada en orden. Todo roto,

a punto de ya no ser.

Pero toco la alegría,

porque aunque todo esté muerto

yo aún estoy vivo y lo sé.

Poema impresionante/impactante de José Hierro, donde se muestra así mismo como ¿ejemplo? (mejor, como testimonio) de una actitud ante la vida, el sufrimiento y el dolor, y la presencia de la muerte/destino.

Es una poesía en verso libre, de fácil lectura, pero intensa, y no prosaica.

Se estructura es tres estrofas, de mayor a menor dimensión, y de menor a mayor emoción positiva.

Respecto al título, hace referencia al documento
administrativo/jurídico que acredita que una persona está viva, su existencia real.

En la primera estrofa, el poeta tiene la certeza de un mundo negativo, devastado por la muerte, el olvido o la soledad (esta composición fue escrita en una época tan dura como fue la posguerra española).

En la segunda estrofa, J. Hierro escribe su propia fe de vida. A pesar de todo. El español, por cierto, es la lengua del pero.

En la tercera estrofa, la intensidad vital, existencial, aumenta, hasta tal punto que el hecho de estar vivo y ser consciente de ello es casi motivo, sin más, de alegría.

Escribamos, certifiquemos, sellemos y presentemos nuestra propia fe de vida.

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