Latitud


No quiero más que estar sobre tu cuerpo
como lagarto al sol los días de tristeza.


Se disuelve en el aire el llanto roto,
al pie de las estatuas
recupera la hiedra
y tu mano me busca
por la piel de tu vientre
donde duermo extendido.


El pensamiento melancólico
se tiende, cuerpo, a tus orillas,
bajo el temblor del párpado, el delgado
fluir de las arterias,
la duración nocturna del latido,
la luminosa latitud del vientre,
a tu costado, cuerpo, a tus orillas,
como animal que vuelve a sus orígenes.

______________________________________________________________________________ Un excelente poema de José Ángel Valente, lleno de lirismo -de expresión bella de la intimidad del autor o de la que se inventa-, a partir del contacto físico de un amante con su amante en un tálamo -de ahí el título, la horizontalidad de los cuerpos…-, y su efecto purificador, liberador, vivificador… de sensaciones agradables, de satisfacción, de desaparición de los malos pensamientos… (la secreción de la oxitocina en estado abundante).

La cucharita elevada a la poetización del amor, la exaltación y la loa del placer entre dos.

Gracias a nuestro compañero Paco Salgado por su lectura de esta poesía.

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