Piercing.

clip_image002
Pendiente de tus labios me comparo,
abrazado a tu carne, manos, garfio,
plata de ley, no irritaré tu piel,
eres mi pez, yo anzuelo, ve tirando,
Fortuna, del sedal.

Poema de Camilo de Ory donde el yo poético -magia de la poesía- se compara –porque desea serlo- con el piercing inserto en la piel del sujeto amado.

Un juego poético, divertido, sensual también, entre el yo que desea agarrarse y un tú, sujeto de atracción física y amorosa.

Poema breve, en apariencia fácil, pero complejo, donde cada término, sustantivo o verbo, ocupa su sitio y crea poesía.

Yeah, Camilo.

También te podría gustar...