Piercing.
Pendiente de tus labios me comparo, abrazado a tu carne, manos, garfio, plata de ley, no irritaré tu piel, eres mi pez, yo anzuelo, ve tirando, Fortuna, del sedal.
Poema de Camilo de Ory donde el yo poético -magia de la poesía- se compara –porque desea serlo- con el piercing inserto en la piel del sujeto amado.
Un juego poético, divertido, sensual también, entre el yo que desea agarrarse y un tú, sujeto de atracción física y amorosa.
Poema breve, en apariencia fácil, pero complejo, donde cada término, sustantivo o verbo, ocupa su sitio y crea poesía.
Yeah, Camilo.