Y Dios me hizo mujer (a propósito del 8 de marzo, Día internacional de la mujer)

Y Dios me hizo mujer,
de pelo largo,
ojos,
nariz y boca de mujer.
Con curvas
y pliegues
y suaves hondonadas
y me cavó por dentro,
me hizo un taller de seres humanos.
Tejió delicadamente mis nervios
y balanceó con cuidado
el número de mis hormonas.
Compuso mi sangre
y me inyectó con ella
para que irrigara
todo mi cuerpo;
nacieron así las ideas,
los sueños,
el instinto.
Todo lo que creó suavemente
a martillazos de soplidos
y taladrazos de amor,
las mil y una cosas
que me hacen mujer todos los días
por las que me levanto orgullosa
todas las mañanas
y bendigo mi sexo.
Un poema de Gioconda Belli -poeta y novelista nicaragüense, ahora de nacionalidad española por haber sido despojada de la suya por el régimen dictatorial de Nicaragua-, de su primer libro de poemas, Sobre la grama, que aborda el cuerpo y la sexualidad femenina y en el que reflexiona sobre la idea de ser mujer- con una evidente alusión bíblica y con la marca de la conjunción y que se repite en los versículos del Génesis, a los que remite el inicio de esta poesía.
En verso libre, el texto comienza con la enumeración de los rasgos físicos del yo lírico, entre los que destaca la facultad procreadora. Además de su naturaleza física, también aparece su composición anímica y psíquica, íntimamente ligada a su fisiología. Acaba el poema con una autoafirmación de sus atributos y una presentación del orgullo de ser como se es.
Un poema sencillo y veraz sobre el ser mujer, un autohomenaje y un homenaje a las mujeres por ser lo que son.
Gracias a Pepa Pulido, que fue compañera de nuestro Centro, por la lectura de esta composición.