A la divina proporción
A ti, maravillosa disciplina, media, extrema razón de la hermosura, que claramente acata la clausura viva en la malla de tu ley divina. A ti, cárcel feliz de la retina, áurea sección, celeste cuadratura, misteriosa fontana de mesura que el Universo armónico origina. A ti, mar de los sueños, angulares, flor de las cinco formas regulares, dodecaedro azul, arco sonoro. Luces por alas un compás ardiente. Tu canto es una esfera transparente. A ti, divina proporción de oro.
Un poema de Rafael Alberti sobre una temática inusual, las matemáticas.
En particular, sobre el número áureo, también llamado número de oro, razón dorada, proporción áurea (como utiliza el poeta) o número φ (fi), en honor al excelso escultor griego Fidias.
Esta proporción geométrica sobre la que versa esta poesía se encuentra en algunas figuras geométricas y en multitud formas de la naturaleza (en las hojas de los árboles, en el caparazón de moluscos, en las extremidades animales…); aparece también en las artes, como la pintura, la escultura o la arquitectura.
Es una proporción relacionada directamente con la belleza, el orden y la eficacia.
Pues el poeta poetiza sobre el número áureo, lo ensalza y ante él demuestra su admiración.
Curioso poema, cuyo mayor valor es la poetización de términos genuinamente matemáticos.