Amapola
La amapola me evoca
recuerdos de niñez,
de campo, de trillo, de sol,
de juegos y de risas,
de amigas de infancia,
de abuelo, de olor.
Flor del momento,
efímera ilusión,
olor a hierba,
roja pasión.
Tardes de río,
de agua, de mucho calor,
de hierba verde,
de cálido sol,
de capullos de rosas,
de fragancia,
de intenso olor.
Albercas, noria,
agua fría
calmando el sudor,
beber con las manos,
sentir en los labios
todo su frescor.
Tardes de escuela
al campo de excursión,
juegos con la soga,
al corro y al balón,
ramitos de flores
cogidos con amor.
Campo de mil colores,
margaritas, amapolas,
florecillas silvestres
invitan a tumbarse
bajo el sol,
mirar hacia el cielo
imaginando animales
en las nubes de algodón.
Nostalgia del pasado,
sentimientos con color,
tiempo de añoranza
que duele en el corazón.
El poema está estructurado en estrofas breves que capturan momentos específicos de la infancia, como tardes en el campo, juegos al aire libre y experiencias con la naturaleza. Cada estrofa está impregnada de un tono nostálgico y melancólico, reflejando la pérdida de la inocencia y la simplicidad de la infancia.
El uso de metáforas como “flor del momento, efímera ilusión” y “olor a hierba, roja pasión” añade profundidad al texto, mientras que las descripciones detalladas de los elementos naturales como el agua, el sol y las flores pintan un cuadro vívido de la vida en el campo.
El poema culmina con una reflexión sobre la nostalgia del pasado y los sentimientos que evoca, destacando el dolor que acompaña a la añoranza por tiempos pasados.
Gracias a Luisa Gallardo por la lectura de su propia composición.