El poema de la semana: «Oh capitán, mi capitán»
Una nueva iniciativa toma forma en nuestro Centro: cada semana se publica en la entrada un poema seleccionado por los profesores de Lengua y Literatura. Estos son:
Oh capitán, mi capitán!
Oh capitán, mi capitán!
Terminó nuestro espantoso viaje,
el navío ha salvado todos los escollos,
hemos ganado el codiciado premio,
ya llegamos a puerto, ya oigo las campanas,
ya el pueblo acude gozoso,
los ojos siguen la firme quilla del navío resuelto y audaz,
mas, ¡oh corazón, corazón, corazón!
¡Oh rojas gotas sangrantes!
Mirad, mi capitán en la cubierta
yace muerto y frío.
¡Oh capitán, mi capitán!
Levántate y escucha las campanas,
levántate, para ti flamea la bandera,
para ti suena el clarín,
para ti los ramilletes y guirnaldas engalanadas,
para ti la multitud se agolpa en la playa,
a ti llama la gente del pueblo,
a ti vuelven sus rostros anhelantes,
¡Oh capitán, padre querido!
¡Que tu cabeza descanse en mi brazo!
Esto es sólo un sueño: en la cubierta
yaces muerto y frío.
Mi capitán no responde,
sus labios están pálidos e inmóviles,
mi padre no siente mi brazo, no tiene pulso ni voluntad,
el navío ha anclado sano y salvo;
nuestro viaje, acabado y concluido,
del horrible viaje el navío victorioso llega con su trofeo,
¡Exultad, oh playas, y sonad, oh campanas!
Mas yo, con pasos fúnebres,
recorreré la cubierta donde mi capitán
yace muerto y frío.
Este poema lo escribió Walt Whitman como homenaje a Abraham Lincoln tras su asesinato, un tributo de admiración. Es un poema sencillo, escrito al finalizar la travesía de la vida, en el que nos habla de respeto y afecto, y nos insta a reflexionar sobre la trascendencia de nuestra vida y nuestras reacciones. El viaje termina, las cosas mejoran, el capitán se ha cuidado de volver a puerto para que todo sea mejor y la gente lo celebra con clarines. Sin embargo, el capitán ha perecido en el camino y la alegría se torna amarga…
De lo bueno que tiene la poesía es que cada lector/oyente puede interpretarla a su manera; cada uno podemos ver en este poema a un padre, a un consejero, a un amigo, que nos guía en la vida y al que debemos gratitud; desaparece, pero estamos en deuda con él.
No es un poema, pero no dejan de ser hermosas estas palabras de Whitman:
«No dejes que termine el día sin haber crecido un poco, sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños. No te dejes vencer por el desaliento. No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte, que es casi un deber. No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario. No dejes de creer que las palabras y las poesías sí pueden cambiar el mundo. Pase lo que pase nuestra esencia está intacta. Somos seres llenos de pasión. La vida es desierto y oasis. Nos derriba, nos lastima, nos enseña, nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia. Aunque el viento sople en contra, la poderosa obra continúa: tú puedes aportar una estrofa. No dejes nunca de soñar, porque en sueños es libre el hombre…”.
Ramón Gómez de la Serna. Greguerías. Del amor.
Como daba besos lentos duraban más sus amores.
A veces un beso no es más que chewing gum compartido.
La reja es el teléfono de más corto hilo para hablar de amor.
Amor es despertar a una mujer y que no se indigne.
El primer beso es un robo.
Cuando una mujer te plancha la solapa con la mano ya estás perdido.
Cuando la mujer pide ensalada de frutas para dos perfecciona el pecado original.
El amor nace del deseo repentino de hacer eterno lo pasajero.
En la manera de matar la colilla en el cenicero se reconoce a la mujer cruel.
Aquella mujer me miró como a un taxi desocupado.
Lo malo del deseo es que vuelve sin avisar.
Hay matrimonios que se dan la espalda mientras duermen para que el uno no le robe al otro los sueños ideales.
Si os tiembla la cerilla al dar lumbre a una mujer, estáis perdidos.
El beso es hambre de inmortalidad.
El beso es un paréntesis sin nada adentro.
Debajo de un traje de terciopelo parece que la mujer va sin ropa interior.
Como con los sellos de correo sucede con los besos que los hay los que pegan y los que no pegan.
Hay mujeres audaces y generosas que suben al tranvía dejando una pierna al acaso, como simiente de alegres piernas en el vivero de las paradas.
La bata de baño hace frailes a las mujeres, pero en seguida cuelgan los hábitos.
Lo malo de que llore una mujer es que después no querrá salir de paseo.
La larga cola de la novia es la vereda que conduce hasta ella al novio desorientado.
La mujer que después de la riña cierra su puerta por dentro, no temáis que se suicide. Se está probando un sombrero.
El ruido de los pies descalzos de una mujer sobre los baldosines da una fiebre sensual y cruel.
Hay pensamientos pacificadores, como éste: «El sexo daría interes a un peñasco.»
La novia que regala una cartera a su novio le comienza a administrar.
El sexo es sombra.
Senos: el misterio móvil.
El beso es la huella de un matasellos en una tarjeta postal.
No hay nada más conmovedor que la risa de una mujer bella que ha llorado mucho.
Cuando la mujer se acerca la rosa a la nariz anhela teñirse los labios con ella.
COMENTARIO:
Ramón Gómez de la Serna creó un texto (o subgénero) literario (o poético) del que dio su fórmula:
humor + metàfora = greguería
Esta fórmula consiste en un enunciado breve e ingenioso, basado en el choque de la realidad y el pensamiento sobre esa realidad.
Aquí hay unas cuantas greguerías sobre el amor, divertidas, profundas, sorpresivas, invitan a pensar, a reflexionar, a sonreír o a divagar… también esto es poesía.
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K.KAVAFIS. Viaje a Ítaca. Cuando emprendas tu viaje a Ítaca Pide que el camino sea largo. Ten siempre a Ítaca en tu mente. Ítaca te brindó tan hermoso viaje. Aunque la halles pobre, Ítaca no te ha engañado.
Este poema nos presenta la vida identificada con un viaje, el viaje de cada uno a través de su vida. El viaje a Ítaca de Ulises / Odiseo es el viaje de vuelta a casa contado por Homero (de diez años de duración, más los diez anteriores de asedio a Troya; veinte años fuera de casa, aunque hay emigrantes que todavía tardan más en volver a casa). De ahí, por otra parte, el nombre común odisea, con el significado de viaje lleno de incidentes y dificultades. Kavafis nos anima a disfrutar de nuestro viaje, que es vivir, a visitar lugares desconocidos –hasta que se conocen- y a sentir emociones antes no sentidas. Acumularemos experiencias y quizás entendamos el valor de volver a donde fue nuestro lugar de partida.
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Si…
Si puedes mantener en su lugar tu cabeza cuando todos a tu alrededor,
han perdido la suya y te culpan de ello.
Si crees en ti mismo cuando todo el mundo duda de ti,
pero también dejas lugar a sus dudas.
Si puedes esperar y no cansarte de la espera;
o si, siendo engañado, no respondes con engaños,
o si, siendo odiado, no te domina el odio
Y aun así no pareces demasiado bueno o demasiado sabio.
Si puedes soñar sin que los sueños te dominen;
Si puedes pensar y no hacer de tus pensamientos tu único objetivo;
Si puedes conocer al triunfo y la derrota,
y tratar de la misma manera a esos dos impostores.
Si puedes soportar oír toda la verdad que has dicho,
tergiversada por malhechores para engañar a los necios.
O ver cómo se rompe todo lo que has creado en tu vida,
y agacharte para reconstruírlo con herramientas maltrechas.
Si puedes amontonar todo lo que has ganado
y arriesgarlo todo a un solo lanzamiento ;
y perderlo, y empezar de nuevo desde el principio
y no decir ni una palabra sobre tu pérdida.
Si puedes forzar tu corazón y tus nervios y tus tendones,
para seguir adelante mucho después de haberlos perdido,
y resistir cuando no haya nada en ti
salvo la voluntad que te dice: «Resiste!».
Si puedes hablar a las masas y conservar tu virtud.
o caminar junto a reyes, y no distanciarte de los demás.
Si ni amigos ni enemigos pueden herirte.
Si todos cuentan contigo, pero ninguno demasiado.
Si puedes llenar el inexorable minuto,
con sesenta segundos de lucha bravía…
Tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella,
y lo que es más: serás un hombre, hijo mío.
Rudyard Kipling
El poema consiste en una larga serie de condiciones para llegar a ser un hombre. Una manera de enfrentarse al mundo, a los demás y a uno mismo. Es un decálogo de virtudes para vivir nuestra vida.
Por último es una reflexión sobre cómo somos y cómo podríamos ser, si pensamos que siempre podemos mejorar como personas. Éste fue el poema elegido para la segunda semana de octubre.
PALABRAS PARA JULIA
Tú no puedes volver atrás
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable.
Hija mía es mejor vivir
con la alegría de los hombres
que llorar ante el muro ciego.
Te sentirás acorralada
te sentirás perdida o sola
tal vez querrás no haber nacido.
Yo sé muy bien que te dirán
que la vida no tiene objeto
que es un asunto desgraciado.
Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.
La vida es bella, ya verás
como a pesar de los pesares
tendrás amigos, tendrás amor.
Un hombre solo, una mujer
así tomados, de uno en uno
son como polvo, no son nada.
Pero yo cuando te hablo a ti
cuando te escribo estas palabras
pienso también en otra gente.
Tu destino está en los demás
tu futuro es tu propia vida
tu dignidad es la de todos.
Otros esperan que resistas
que les ayude tu alegría
tu canción entre sus canciones.
Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti
como ahora pienso.
Nunca te entregues ni te apartes
junto al camino, nunca digas
no puedo más y aquí me quedo.
La vida es bella, tú verás
como a pesar de los pesares
tendrás amor, tendrás amigos.
Por lo demás no hay elección
y este mundo tal como es
será todo tu patrimonio.
Perdóname no sé decirte
nada más pero tú comprende
que yo aún estoy en el camino.
Y siempre siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.
Éste fue el poema elegido para la primera semana de octubre.