En tiempos de ignominia
En tiempos de ignominia como ahora, a escala planetaria, y cuando la crueldad se extiende por doquier fría y robotizada, aún queda buena gente en este mundo que escucha una canción o lee un poema; es el canto, la voz y la palabra, única patria que no pueden robarnos, ni aun poniéndonos de espaldas contra el muro. Que nadie piense nunca: “No puedo más y aquí me quedo”. Mejor mirarlos a la cara y decir alto: “Tirad, malnacidos, somos millones y el planeta no es vuestro”.
Posiblemente, este poema de José Agustín Goytisolo fue compuesto con motivo del atentado terrorista de agosto de este año, no hace todavía un mes; un poema de urgencia, que quizás no destaque por su calidad literaria (con un prosaísmo evidente), sino por su temática y su fin.
A partir de un título contundente, que presenta un statu quo actual y no querido -el terrorismo, extendido, indiscriminado y doloroso- el poeta presenta el otro lado a esa lacra, la población indefensa y digna.
En la segunda estrofa, el escritor advierte al lector de la poesía: no vale la derrota ante el mal, sino la autoafirmación, el rechazo y el enfrentamiento ante cualquier ataque.