Happy new year

Mira, no pido mucho,
solamente tu mano, tenerla
como un sapito que duerme así contento.
Necesito esa puerta que me dabas
para entrar a tu mundo, ese trocito
de azúcar verde, de redondo alegre.
 
¿No me prestás tu mano en esta noche
de fin de año de lechuzas roncas?
No puedes, por razones técnicas.
Entonces la tramo en el aire, urdiendo cada dedo,
el durazno sedoso de la palma
y el dorso, ese país de azules árboles.
 
Así la tomo y la sostengo,
como si de ello dependiera
muchísimo del mundo,
la sucesión de las cuatro estaciones,
el canto de los gallos, el amor de los hombres.

Un poema de Julio Cortázar con un título en inglés, un buen deseo universalizado.

En esta ocasión, el yo lírico está separado espacialmente de su amor en esa entrada de año, un momento en el que, queramos o no, nos sentimos más emocionales; echa de menos a su pareja y con algunos elementos muy personales, íntimos, expone su deseo de encontrarse con el motivo de su amor.

Una declaración de “Te echo de menos y me gustaría estar contigo “, junto a algún toque de humor (el yo poético nos informa que su pareja no puede estar con él, por “razones técnicas” …).

Pero la persona amante no se conforma con esa ausencia de la persona amada e imagina ese encuentro, concretado en el contacto con la mano (qué miembro más poético y amoroso), y, así, todo cobra sentido, su propia vida y todo lo que existe.

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