La culpa / A propósito de la DANA

De las cosas que me gustan suelo tener recambio.
Hombres, jerséis de lana, culpa.
Pero cuando llega el invierno,
ella es la única que me da calor
y me mantiene en mi sitio.

Si un día de nuevo se abriera la puerta del armario
y no estuviera,
me sentiría desnuda frente al mundo.
Ningún hombre helador ni suéter de rombos
consigue tornar de cristal mi aliento tanto
como esa fría sombra.

Alguien se muere y te rompe la vida.
Buscas quien te castigue y quien te erice la piel.
Un hombre, un jersey de lana, la culpa.
Dos hombres, dos jerséis de lana, la culpa.



Tot eren presagis. Va brotar un ocell de la sinistra i el mar es va
a tornar groc.  Els arbres trencats, els gossos udolant, els homes
udolant.  Les dones penant amb els ulls muts.  Els xiquets, raigs
de llum elevant-se cap al cel.  L’aigua quieta. El fang, lladre de cases i ànimes.
La bellesa, ofegada.  La vida, arrabassada, la vida arrabassada. 
Apunyalada.  Quebrada. Sacrificada.  Venuda.
 
Todo eran presagios. Brotó un pájaro de la siniestra y el mar se tornó amarillo.
Los árboles rotos, los perros aullando, los hombres aullando.
Las mujeres penando con sus ojos mudos. Los niños,
rayos de luz elevándose hacia el cielo. El agua, quieta. El barro, ladrón de casas
y almas. La belleza, ahogada. La vida, arrebatada, la vida arrebatada.
Apuñalada. Quebrada. Sacrificada. Vendida

Dos poemas de Lidia Sanchis -poeta valenciana Licenciada en Ciencias de la Información con más de veinte años de trabajo en diversos medios de comunicación -prensa, radio y televisión; profesora de universidad y actualmente profesora de Secundaria y Bachillerato de Lengua Castellana y Literatura.

En el primero destaca el tema aparecido en el título, poco frecuente en la lírica; en este texto, este sentimiento/emoción que surge de la conciencia -real o no- de haber cometido un error, violado una norma o causado un daño, tanto a uno mismo como a otros, es desagradable de sentir y a veces signo de conciencia y por lo tanto de utilidad; en singular, como aparece aquí, dentro de y presente en la vida de cada uno.

La segunda composición fue creada con motivo de las inundaciones de la Dana de octubre del 2024 que afectaron especialmente a la Comunidad Valenciana, hace ahora seis meses. Escrita en valenciano y con su versión en castellano, presenta la terrible situación vivida por la población; un testimonio del sufrimiento de las víctimas y de quienes lo vivieron de cerca.

Gracias a Lidia Sanchis por su generosidad al leer estas dos poesías suyas.

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