Mañana de primavera


¡Mañana de primavera!
Vino ella a besarme, cuando
una alondra mañanera
subió del surco, cantando:
«¡Mañana de primavera!»
 
Le hablé de una mariposa
blanca que vi en el sendero;
y ella, dándome una rosa,
me dijo: «¡Cuánto te quiero!
¡No sabes lo que te quiero!»
 
¡Guardaba en sus labios rojos
tantos besos para mí!
Yo le besaba los ojos…
«¡Mis ojos son para ti;
tú, para mis labios rojos!»
 
El cielo de primavera
era azul de paz y olvido…
Una alondra mañanera
cantó en el huerto aún dormido.
Luz y cristal su voz era
en el surco removido…
¡Mañana de primavera!

______________________________________________________________________________ Un poema de Juan Ramón Jiménez donde se poetiza una relación amorosa dentro del marco lírico de la primavera.

La primavera (la estación del año en que la naturaleza despierta y vuelve a la vida, la estación del amor, según la tradición literaria, por lo menos, española), con sus bellísimos y esenciales elementos (la alondra, cantora, la mañana, la mariposa, la rosa, el sendero, el huerto y el cielo), enmarca -incluso físicamente, pues la primera y cuarta estrofa dedicadas al entorno rodean a las estrofas 2 y 3- el amor humano, concreto, de dos, el tú y el yo poéticos, expresado con una declaración lingüística y con una entrega pasional, incluidos los ojos y los labios.

Una poesía perfecta, sencilla en su composición y en sus elementos, pero de una sugerencia, plasticidad y belleza lírica indudables.

Gracias a Andrea Paredes por la lectura de este poema.

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