Siempre es nunca cuando nada importa…

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Siempre es nunca cuando nada importa.
Siempre es esa palabra que traspasa el límite
de lo cierto para ponerse el traje del misterio.

Siempre voy a estar a tu lado,
hasta que un nunca se olvide de las promesas.
Y si no me dañas, siempre te voy a querer,
hasta que un alguien me recuerde que no siempre
se cumplen los compromisos,
salvo que sean a tiempo parcial.

Hay veces que siempre es un verano adolescente
y otras en las que nunca es lo más parecido
a toda una vida.
 
Por más que digas siempre cada mañana amanece
y en las noches de invierno, cuando la adolescencia
ya es un recuerdo, en las que la luna ya no está llena
y la bruma cubre los rincones de lo cotidiano,
en esas noches de invierno, siempre no es más
que esa sensación de calor que te dan las estufas
y nunca es el frío que agoniza entre los dedos.

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Un poema de Fran Picón -poeta zaragozano, con varios libros publicados y en labores editoriales también- que consiste en el desarrollo poético del sentido y uso que damos al adverbio temporal siempre, tan presente en nuestras vidas y en nuestro discurso.

Y frente al siempre -más deseo que realización efectiva, más buenas intenciones que resultado, que bueno que se desea que perdure-, el nunca -la negación, la nada, el lado oscuro de nuestros anhelos y lo que desgraciadamente ocurre…

Una composición perfecta, que sale muy bien parada y airosa del intento de la expresión de lo que decimos, hablamos o pensamos con palabras, de lo que deseamos y vivimos, todo a la vez y junto.

Gracias a Fran P. por la lectura de su propia poesía.