De lo que me gusta hablar.

De lo que me gusta hablar


De la nieve que cae, como el beso,

en la tierra mojada de aguardiente.

Del sol que, con sus ojos de dismsnte,

aviva los sudores de mi frente.

Del mar que, con sus alas incansables,

me empapa con caricias providentes.

De la amistad que vuela sin cadenas

y estrecha nuestras manos sin aretes.

De la luz en el rostro de los hombres,

abierta como un fruto por mis sienes.

De una noche de luna, algún verano,

y dos labios unidos que florecen.

De un niño con los ojos de azabache,

soplo y clamor, feliz entre la gente.

De cada risa hermana, de un suspiro

que brota sin saber de donde viene.

Del ciego bien que inflama corazones,

se abrasa entre sus llamas y no muere.

Y del joven que lucha por la paz

con las manos, las voces y los dientes.

De la vejez callada que se alegra

de haber colmado hasta el final su fuente.


De todo lo que es bueno y lo que es justo,

de todo lo que es tierno y lo que es fuerte.

De todos los momentos que me quedan

para ser noble y para ser valiente.

De todas las razones que me sobran

para ser y llegar a ser simiente.

De todos los silencios que me llevan

a unirme con los hombres en la mente.

De todas las palabras que pronuncian

los locos sin pensar y hasta sin leyes.

De todo lo que suene a libertad,

de amor, de humanidad, del inocente,

de Dios que me libera, del amigo,

del alma, de la vida, de la muerte.

De todo lo que ayuda na ser hombre

un hombre de verdad ahora y siempre.

Manuel Gahete

Una declaración de principios del poeta, que con una estructura repetitiva y paralelística acumula complementos al verbo hablar. Y aquí entendemos por hablar a todo un proceso de observación/experiencia/disfrute/expresión de todo lo que agrada. Toda una acumulación de buen rollo que le sale al poeta (y a los demás que con el poema lo compartimos) a borbotones por la boca.

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