A la pintura

A ti, lino en el campo. A ti, extendida
superficie, a los ojos, en espera.
A ti, imaginación, helor u hoguera,
diseño fiel o llama desceñida.

A ti, línea impensada o concebida.
A ti, pincel heroico, roca o cera,
obediente al estilo o la manera,
dócil a la medida o desmedida.

A ti, forma; color, sonoro empeño
porque la vida ya volumen hable,
sombra entre luz, luz entre sol, oscura.

A ti, fingida realidad del sueño.
A ti, materia plástica palpable.
A ti, mano, pintor de la pintura.

Un poema de Rafael Alberti (miembro del ya casi centenario Grupo Poético del 27), del libro del mismo título (una colección de poemas dedicados a los grandes pintores); en sus memorias La arboleda perdida habla de su afición de la pintura desde joven y del descubrimiento del Museo del Prado en su admiración a otros pintores.

En este soneto, el poeta se dirige a la pintura -a esa expresión artística, materiales, cualidades…- en un alarde lírico de exaltación.

Una serie de imágenes, de metáforas en torno al arte, una depuración estilística admirable y una belleza de composición.

Gracias a Noelia Fuentes, compañera de nuestro Centro, licenciada en Bellas Artes, por su lectura de este texto.

Y a pintar y a dibujar.

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