El Soneto V

Escrito está en mi alma vuestro gesto,
y cuanto yo escribir de vos deseo;
vos sola lo escribisteis, yo lo leo
tan
solo, que aun de vos me guardo en esto.

En esto estoy y estaré siempre puesto;
que aunque no cabe en mí cuanto en vos veo,
de tanto bien lo que no entiendo creo,
tomando ya la fe por
presupuesto.

Yo no nací sino
para quereros;
mi alma os ha cortado a su medida;
por hábito del alma mismo os quiero.

Cuanto tengo confieso yo deberos;
por vos nací, por vos tengo la vida,
por vos he de morir, y por vos muero.

Un clasicazo, un poema amoroso del Renacimiento.

El Soneto V de Garcilaso de la Vega (dedicado probablemente, a su musa Isabel Freyre).

Garcilaso describe su propio sentimiento amorosa (él es el yo poético) hacia una mujer (vos sola; vos era en su època una forma de respeto para la segunda persona; ahora, anacrónico, resulta lejano, pero también forma parte de su encanto).

Aparte de todos los comentarios oportunos ya hechos, podemos disfrutar de su regusto antiguo, de la expresión de un amor incondicional, puro, elegante, bello… (a lo que todos aspiramos, ¿no?).

Contiene versos que en sí mismos resumen casi toda la experiencia amorosa que alguien pueda sentir.

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