Lo maravilloso.
Siempre, cuando me despierto, sonrío y pienso: hoy sucederá algo grande, maravilloso, perfecto; hoy se cumplirá sin duda el más lindo de mis sueños... Y luego... no pasa nada: yo trajino, salgo, entro... - Sólo un día entre los días... El mocito a su colegio; el padre con sus afanes... - Deberes, barullo, juegos; costura, un libro, la radio; una regañina, un beso; bromas, parloteo; nada.- Y, al cabo, cuando me acuesto, después de besar al hijo, con la cabeza en el pecho de mi adorado, suspiro, entre soñando y durmiendo: Acaso es verdad... acaso lo maravilloso es esto.
Tampoco tiene que ocurrir algo maravilloso (las palabras engañan y con ellas nos engañamos) para que la vida sea maravillosa.. que fluya, siendo pedantes, basta con eso.
Un poema sencillo (la sencillez en la poesía también es un truco literario) de Ángela Figuera, donde nos enseña su yo poético dentro de su cotidianeidad, de la mañana a la noche.
Después de todo, la vida es eso, levantarse por la mañana y afanarse hasta que llega la noche (el descanso psicobiológico que se necesita para empezar otra mañana).
Ya es una maravilla –desde todos los puntos de vista- esta vivo.