No volveré a ser joven
Que la vida iba en serio uno lo empieza a comprender más tarde -como todos los jóvenes, yo vine a llevarme la vida por delante. Dejar huella quería y marcharme entre aplausos -envejecer, morir, eran tan sólo las dimensiones del teatro. Pero ha pasado el tiempo y la verdad desagradable asoma: envejecer, morir, es el único argumento de la obra.
Una obra maestra escrita en versos.
El poeta Jaime Gil de Biedma habla de su vida y de los demás con la perspectiva de los años vividos y de su experiencia vital.
Vivir es un asunto serio, y no suele acabar bien, reflexiona.
Pero a pesar de la vejez y la muerte inevitables, antes se ha sido joven, y por necesidad, obligación y derecho se ha de disfrutar de esa etapa de la vida.