Nuestra hora
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Es tarde,
pero es nuestra hora.
Es tarde,
pero es todo el tiempo
que tenemos a mano
para hacer el futuro.
Es tarde,
pero somos nosotros
esta hora tardía.
Es tarde,
pero es madrugada,
si insistimos un poco.
______________________________________________________________________________ Un poema del español Pedro Casaldáliga, fallecido en agosto, religioso, escritor y poeta, que vivió gran parte de su vida en Brasil.
Fue un defensor de los derechos de los menos favorecidos (denunció con documentos la explotación y el maltrato de pequeños campesinos e indígenas, y acusó directamente a sus responsables y sus causas); y estuvo vinculado a la teología de la liberación (una corriente ideológica dentro del Cristianismo de carácter progresista que se desarrolló en Latinoamérica a partir de los años sesenta del siglo XX). Una figura histórica de la iglesia católica y un ejemplo de lucha y compromiso con la población pobre de su entorno.
En esta poesía concisa y esencial se puede leer un deseo de comunidad y de compromiso. Con apenas unas pocas palabras, sugiere y llama a la actuación y a la conciencia social. Mucho con muy poco.
Gracias a Antonio Matito una vez más por su lectura.
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