Sobre mi madre
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Se me está marchitando mi flor,
sus dos hermosos ojos negros
son ahora diminutas rendijas por donde ve el mundo;
el aire es un soplo divino que inhala apurada,
nadie sabe sus dolores,
la tomo del brazo
en tenaz lucha contra el destino,
la muerte teñida de negro se la quiere llevar;
ya pasé por esto,
fue en mi regazo que papá se despidió
de esta vida de miserias e injusticias;
sus anécdotas y arengas,
» un comando nunca muere»,
sosegaban mi vida.
Escucho intermitente un reloj,
la ciudad duerme indiferente,
su fiebre es mi fiebre;
mamá dice que papá le espera,
yo murmuro apenas que me enseñen el sendero,
tal vez se avecinan mis versos más tristes
sin el color de la locura…
Se va marchitando mi flor,
sus pétalos caen después de cada paso,
su andar tembloroso
me dan el ritmo de mi propia vejez,
no puedo nada sino mirarla
y escribir al alba
para no morir antes de fecha.
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Un poema de Charo Valdivia Paz-Soldán -poeta, escritora y profesora universitaria en y de Lima, Perú-, cuyo punto de creación está en las fechas de la pandemia, cuando su madre cayó enferma y decidió escribir este poema.
De una manera muy sentimental, dulce, aparece el amor de una hija por su madre en momentos críticos, el recuerdo del padre ya desaparecido y de una situación crítica parecida.
Aparece la entrega filial, el dolor y la tristeza de contemplar a quien se ama y sufre; y ante este escenario, surge la necesidad de escribir de quien gusta de y sabe escribir poesía.
Gracias a Charo por la lectura de su propia creación -una manera de compartir lo que se siente.