Union Square Station

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Después de tanto ardor –tanto tratar
de encontrar las palabras y de tocar la carne,
la tibieza de ambas, o tan sólo
una manera de lidiar con sus efectos–,
después de tanto espacio que nos queda
cuando lo buscamos, sin importar si lo encontramos
o no, pienso, parada en la estación desierta
del metro, mientras un chelista solitario
munido de su arco hace que los armónicos
graves retumben por la cueva,


que debe ser deseo esto también:
dirigirse no al músico
(y sin nada de fuego), sino al tren: sé lento,
sé lejano; déjame que me quede
este zumbido visceral
en los pulmones; oblígame a esperar;

no vengas nunca.

______________________________________________________________________________ Un poema de la estadounidense Robin Meyers situado en una estación del Metro de Nueva York (de ahí el título).

Y en esta situación y lugar la poeta reflexiona -en 1ª persona del singular y del plural- sobre el deseo y el placer, adornada esta reflexión con la bomba emocional y espectacular que es a veces una actuación callejera; en ese momento, hay una magia -digna de poetizarse-, de los sentidos y de la emoción, inefable, que recoge la escritora aquí con sensibilidad.

Una belleza de poesía y un gran nivel lírico.

Gracias a Tere López, compañera de nuestro Centro, por la lectura de esta composición.

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