La noche en la isla
Toda la noche he dormido contigo
junto al mar, en la isla.
Salvaje y dulce eras entre el placer y el sueño,
entre el fuego y el agua.
Tal vez muy tarde
nuestros sueños se unieron
en lo alto o en el fondo,
arriba como ramas que un mismo viento mueve,
abajo como rojas raíces que se tocan.
Tal vez tu sueño
se separó del mío
y por el mar oscuro
me buscaba
como antes
cuando aún no existías,
cuando sin divisarte
navegué por tu lado,
y tus ojos buscaban
lo que ahora
—pan, vino, amor y cólera—
te doy a manos llenas
porque tú eres la copa
que esperaba los dones de mi vida.
He dormido contigo
toda la noche mientras
la oscura tierra gira
con vivos y con muertos,
y al despertar de pronto
en medio de la sombra
mi brazo rodeaba tu cintura.
Ni la noche, ni el sueño
pudieron separarnos.
He dormido contigo
y al despertar tu boca
salida de tu sueño
me dio el sabor de tierra,
de agua marina, de algas,
del fondo de tu vida,
y recibí tu beso
mojado por la aurora
como si me llegara
del mar que nos rodea.
______________________________________________________________________________ Un poema de Pablo Neruda que alude directamente a su estancia en la isla de Capri junto a su pareja, durante su exilio europeo.
En esta poesía, el poeta comparte, y hace alarde de, la intimidad del sueño (el descanso nocturno) compartido con su amada, mediante unas comparaciones y unas imágenes de una belleza lírica indudable, como es rasgo común en la lírica de Neruda.
En el desarrollo de esta composición, se poetiza tanto la actividad onírica compartida en un mismo lecho, como el descanso nocturno compartido con amor (de una expresión sensual simple y genial).
Como suele suceder, el sueño acaba en el despertar, también impecablemente embellecido con palabras.
Gracias a nuestra compañera Mercedes Moreno por su recitación.